miércoles, 16 de abril de 2008

SANGRE, SUDOR Y LÁGRIMAS


El Bayern empato en el último minuto de la prorroga y consigue un agónico pase. Machada de un Getafe histórico que consiguió adelantarse por dos veces tras la expulsión de De la Red en el minuto 2. Cantada del Pato.


Todo parecía indicar que el Coliseum viviría una noche para la gloria, una noche que todo el mundo recordaría, una noche que todo Getafe esperaba desde el comienzo de su historia. Como el público es soberano no se equivocó, quizás si en el objetivo pero nunca en la forma, once valientes respaldados por una elogiable afición abrieron una nueva página de los partidos épicos de la historia de este deporte.

Si el partido se hubiera jugado en miércoles y el himno de la Champions hubiera amenizado el principio de la contienda nadie hubiera dudado de que se trataba perfectamente de la fase final de la competición Continental. El ambiente se movía entre los aires eufóricos de una posible victoria y una derrota dentro del más profundo honor.

Nada más empezar la primera opción comenzó a desecharse, un chaval que durante todo el año ha llamando meritoriamente a las puertas tanto del Madrid como de la selección cometía un error que parecía definitivo, pero que solo destapo el tarro de la esencia de la lucha, el honor y el corazón. El Geta se quedaba con diez, difícil papeleta, diez hombres contra once estrellas, que más se puede pedir.
Mientras tanto el Alfonso Pérez se transformaba en una solo voz, animando al expulsado De la Red y soñando con el milagro celestial.

Pero nada más allá de la realidad, tras esto, un ejercito se enfundo las armaduras y escudos para defenderse como Espartanos ante las legiones alemanas, acometida tras acometida los azules resistían, y en una de esas salidas rápidas el héroe rumano de la ida y que solo tiene en Contra su apellido, arranco como una cuadriga romana, cabalgo dejando por el camino tanto alemán como dificultades tenia su equipo y llegando al área saco un latigazo donde puso hasta el alma, batiendo a un impasible Kahn.

El sueño era posible. El partido se desarrollaba inmerso en un relativo control alemán pero también en una intensidad desorbitada por parte de los de Laudrup que eran un claro símil de orgullo y amor propio futbolístico.
Poco a poco el grande se desinflaba ante el intenso ritmo de los diez valientes el tiempo parecía pararse a cada minuto.
Aunque volvió a correr cuando en el minuto 89 cuando un mal despeje de Cortes lo agarro el aguafiestas de España, Ribery y fusilo al pato sin opción de replica, mazazo.

Nadie se creía que el fútbol fuera tan injusto, ni siquiera Hitzfeld que no se inmuto.
Todo apuntaba a la tragedia, pero hubo una tregua, la prorroga.
Nada más comenzar el primer acto y mientras muchos aficionados se dedicaban a colocar su trasero en la posición correcta y secarse el sudor de la frente, otro jugón Casquero lanzo un zambombazo en la frontal del área que tras dar en el palo se coló por la escuadra y provoco de nuevo un jubilo complicado para los que padecen del corazón. No contentos con eso y con el cansancio destrozando gemelos, una nueva contra acabo con Lucio en el suelo y Braulio fusilando a Kahn en el área pequeña, en ese momento no hay palabras para explicar lo que vivía un modesto equipo con una humilde pero enorme afición, donde se entremezclaban los alaridos efusivos del publico con el aliento agitado de los jugadores.
Pero desgraciadamente se trataba de un sueño del que pronto todos despertaríamos de la forma más cruel. Primero el Pato regalo el 3-2, haciendo honor a su nombre. Tras un centro de Jansen el portero del Geta se confió, se lanzó al suelo, perdió el balón y Toni la empujo, cometiendo un error que le marcara el resto de su vida.

Entonces cuando toda España miraba continua e intermitentemente el cronometro esperando levantar las manos, la crueldad machaco el Geta, un balón aéreo en el último minuto y con Kahn incrustado en el área, no podía ser de otra manera, llego al gigante Toni que de manera magistral y como buen cabeceador puso punto y final al sueño europeo del Getafe, un gol que no solo le metían a los madrileños sino a toda España, provocando una mezcla entre la ilusión y el desencanto.

No hubo tiempo para más, bueno quizás si, hubo tiempo para homenajear a estos valientes, uno por uno los aficionados aplaudían a unos jugadores que fundamentados en el honor, la raza, la casta y el corazón hicieron soñar a todo un país dejando una nueva huella dentro de las legendarias hazañas del mundo del fútbol, consiguiendo que por un día España entera siguiera, animara y llorara con un épico e inolvidable Euro-Getafe.

No hay comentarios: