domingo, 13 de abril de 2008

Cayó el más grande





El Bayer eliminó al Getafe tras 120´ de partido con dos goles en los minutos decisivos.


La historia fue otra vez injusta con los que más se merecen la gloria tras una batalla.
Se puede hablar de varias cosas que no son fútbol; tales como que el árbitro pudo influir en el resultado por la rigurosa expulsión de De la Red o la “faltita” de Kahn sobre Cotelo en la jugada del gol. Pero eso no es fútbol. O por lo menos no merece hablar de ello hoy tras la derrota, sino de la gran noche que nos regalo el Getafe.
La noche apuntaba a las grandes noches de Europa. El Coliséum a reventar, grandes autoridades en el palco (el Rey, el Principe, Pedro Castro, Ramón Calderón…) y la locura desatada de la afición con el equipo local.
El partido comenzó como se esperaba, con mucho ritmo, sin nadie que especulara sobre el terreno de juega. Aunque es justo decir que el Bayer empezó quizás mas fuerte y llegando un poco más, y las primeras ocasiones fueron ellos.
Pero todo se puso en contra rápido. Expulsión rigurosa de De la Red (es el último defensor, pero es el minuto 5 de unos cuartos de final de la UEFA) y la lesión de Uche.
Pero Laudrup recompuso el equipo y tiró adelante. Belenguer ocupó el centro de la defensa y Manu se quedó solo en punta. Había que jugar a otra cosa, pero el Getafe es grande y sabe jugar a todo, y encima bien.
Y mira si lo hace bien que Contra, un lateral derecho con muy buenas condiciones que quiso emular a los mejores extremos de la historia con un carrerón por la derecha, regateando a tres jugadores del Bayer y metiendo un golazo a Kahn. Impresionante jugada, impresionante Contra. Locura desatada en el Coliseum. Admirable la actitud de un Getafe que no se amedrento, sino que jugo las nuevas cartas y espero su momento para dar el Zarpazo.
El Bayer mientras no sabía aprovechar su superioridad numérica y se atascaba en un dominio sin profundidad del que el Getafe se defendía a la perfección.
Tras el descanso, el Bayer introdujo a Jansen en el terrero de juego, y que dio mucha profundidad por la banda izquierda.

El Bayer en la segunda parte dominó más, aunque seguía siendo un dominio plano, pero que cuando llegaba por la banda creaba ocasiones de peligro. El Bayer avisaba pero sin puntería alguna. El Getafe seguía a lo suyo. Todo el equipo se estaba vaciando.
El Geta esperaba muy ordenado atrás y cuando salía al ataque se notaba que sabe jugar al fútbol, que no se le olvida lo que sabe por los contratiempos que a veces aparecen en la vida. Se nota que Laudrup sabe de esto y se lo aplica a este Getafe.
El tiempo pasaba a favor del Getafe y en contra del Bayer. El Getafe se encontró con dos ocasiones clarísimas de Braulio para matar el partido. No quiso y quien perdona, paga. Hitzfeld decidió meter a todo lo que tenía en el Banquillo: Sosa y Podolsky . Pero esto no hizo más que el Bayer jugara peor y se dedicara a colgar balones, esos balones que alteran el corazón de la gente del Coliséum cuando Luca Toni está en el área.
Un balon en el minuto 89 de esos no alteró los corazones, sino que los paró. Un balón largo que baja Luca Toni y tras un rebote Ribery la enchufa para adentro.
Todo se anuló. El partidazo de Casquero, el esfuerzo de la línea de atrás del Getafe, el trabajo de Manu y Braulio, todo por los suelos en el último minuto

Pero algo nuevo empezaba. 30 minutos más para desempatar la eliminatoria.
El gol del Bayer fue un duro gancho, pero el Geta respondió con dos Crochet : uno a la escuadra de Casquero y otro ratonero de Braulio.
Todo cambio. La afición, que no dejó solo al equipo ni tras recibir el gol, animo más que nunca. Todos botaban al ritmo del Getafe.
Por otro lado el partido estaba roto por parte de los dos equipos. El Geta se dedicó a intentar tocar, y el Bayer a llegar con balones aéreos bien en parado o en jugada.
Uno a balón parado cambió el rumbo del partido. Un balón colgado por Sosa en el minuto 115 que Pato no bloca en el suelo, y Toni lo enchufa. Cantada espectacular de Pato. Los fantasmas sobrevolaban Getafe. Cinco minutos más tarde otro balón largo es tocado por Kahn ( en posible falta) y llega a Sosa, que la cuelga y Toni remata al fondo de la red el balon del 3-3. Otra vez el último maldito minuto. No fue un simple balón que empató un partido. Ese balon rompió la ilusiones de la gente de Getafe, de la gente de España que anoche eran azulones. Ese balón fue juez de un juicio injusto que no tuvo color alemán, y si color español. Justo al contrario del resultado final. Injusto, muy injusto.
Ayer en estas mismas paginas escribí que el Getafe estaba escribiendo las paginas de su historia. Hoy me reafirmo y escribo que será una historia grande, porque un equipo que ante tan adversidades ayer lucha como luchó, es un equipo grande.
No hay consuelo para todas las personas que ayer delante del televisión se acostaron con ojos llorosos, como si el Getafe fuera su equipo de toda la vida.
Solo queda decir que gracias Gatafe por desatar tanta ilusión en este mundo del fútbol que a veces es tan monótono.
Sergio Gómez

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