Diez fantasmas y Bojan

Un Barcelona mediocre y sin ideas salva su primer "match ball" gracias a un tempranero gol de su nueva y joven estrella.

Frank Rijkaarda se agarra a un clavo ardiendo, se llama Bojan y de apellido Krkic. El joven da un respiro al Holandes en un pesimo partido donde el Barca solo jugo 12 minutos, hasta el gol. Gelsenkirchen se presentaba para el Barcelona como una balsamo reivindicativo ante la tempestad que campena en Camp Barca. Un buen escenario, cuartos de final, un rival de escaso cache, un equipo de garantias y un imperioso afan de tapar aquellas bocas que hablan de crisis. Pero ninguno de estos alicientes consiguio estimular a un equipo que esta cercano al abismo.

Nada hacia presagiar que tras el gol de esta estrella que camufla el Barca como un joven con futuro, se iba a ver un partido con tantos matices tediosos y que llegaba a incitar la profunda cabezada. Si nadie se hubiera fijado en las tomas cortas y los escasos detalles de calidad de Bojan e Iniesta cualquiera podía pensar que se trataba de un amistoso de pretemporada alemana, sin ritmo, sin ocasiones y sin la vistosidad que unos cuartos de final de Champions se merece.También hay que decir que el rival no estuvo a la altura y contagio su tranquilidad hasta el ultimo rincón del estadio, tengo el convencimiento de que este equipo pelearía con Clemente por salvarse en España, aún así el Barca se convirtió en algo que no es, un equipo apático, sin fluidez y sin la esencia que promulgaba no hace mucho.Esos detalles que hacían levantarse del sofá y nos hacían expirar el buen fútbol se apagan progresivamente hacia un nuevo espiral de galacticidio con dificil solución.

Mientras tanto tendremos que conformarnos con ver a Bojan e Iniesta, dos pequeñines característicos de la factoría Disney y que son los únicos que permiten al seguidor cule volver a soñar con aquellos buenos tiempos de los que no hace mucho disfrutaban. ¿Lo vera Rijkaard? he aquí la cuestión.

Juanfe