lunes, 20 de diciembre de 2010

¡¡¡ SE ARMÓ EL BELEN !!!


Año tras año la indiferencia se separa longitudinalmente de las visitas sevillístas al Bernabeu.Un partido que asciende a la categoría del hacha y la armadura, un puro incendio futbólístico que atemoriza a los cobardes, despierta a los dormidos y desespera a los exaltados. El diseño del partido blasfemo contribuyendo a todo menos al fútbol. Palop recolectó la leña ralentizando cada uno de los saques de meta, un fugaz cálculo repartido en unos cuarenta segundos multiplicados por los diez golpeos acaban en unos diez minutos engullidos por el guardameta, dato significativo y esclarecedor acerca de las intenciónes de un conjunto en el que solo extrañaba no ver a Caparros sentado en la butaca. El orden táctico del Sevilla se convirtió en tablero de ajedrez repleto de peones sin casilla a la que desplazarse, sin jaques, sin tragar ni una pieza, siendo su arma la ciencia infusa de un mal movimiento rival y la fluidez atragantada de Lass y Khedira, no se puede pintar un Miró con martillo y cortafrios. El mundo miró hacia un lugar de Tolosa de cuyo nombre todos quisieron acordarse. Envueltos en el caos de dos batallones sin frentes ni lideres encendidos,Özil y CRseven deambularon como espectros sin santo, este último, sin ser amigo del éxito cae en una desidia que se transformó en silbido de jilguero cuando gestualizó a la parroquia mientras balbuceaba con los dioses. Mientras Martín Cáceres pareció jugar en las once posiciones del terreno, fugaz, poderoso, tenaz, rotundo, Clos Gómez se encendió progresivamente hasta arder en la batalla, atribuyendo a sus funciones mayor rigor que a la contienda. El periodo de descanso merece extensión reflexiva, parece tónica continua el enfrentamiento de gallo con pico y mucha pluma en los bancos, pasando al olvido transformados en simples improperios que el propio fútbol disipa, sin embargo ayer vimos como Agustín Herrerín se desplomaba como el lino en la inmensidad de la chavacanería de una disputa de 'machitos' cancheros. Silvino Louro, hombre Mou, propulso al veterano delegado con los ojos inyectados en sangre y la valentia del cobarde. Sucia imagen pero quizás la pena sea mayor y el miedo al futuro una falsa esperanza de mejora. Quizás se atribuya demasiado poder a quién no debe ostentar. Tras ello el segundo acto vió como Carvalho cabeceo a Negredo en lugar al esférico y Clos interpretó y no vió, mandando al luso a las cocheras. Con mayor motivo Palop continuó su representación del tiempo cuyo único aviso se personalizó en la grada. Pedro León y sobre todo Granero movilizaron levemente el tablero. Se olvidó el arte en beneficio de la épica sin rumbo. Es allí cuando el 'fideo' sin bajarse de la vespa con el cuentakilometros implosionado, se convirtió en el Ángel del Belen.Se ha convertido en la fusión del aficionado, en la negativa a resignarse, la perseverancia de un correcaminos animado. Zapateo rápido un balón sin rumbo y encontró el hueco que dejó un Palop atolondrado con el segundero. Dabo puso la firma del enlace con una patada que resumió la actuación de los de Manzano. Como colofón Mou puso la última figurita hablando poco del partido exigiendo respaldo institucional y divino. De nuevo 'The Especial One' utiliza y transforma la sinceridad silenciada en controversia cuya intención escasea en claridad pero masifica un destino marcado. En 2010 veremos la llegada de esta literatura atrevida y el destino del segundo proyecto de Florentino, ¿O de Mourinho?

Juanfe

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