SUBLIME PRIMER TIEMPO DEL MADRID QUE JUGÓ CON DIEZ CASI TODO EL SEGUNDO PERIODO. HEINZE ADELANTÓ A LOS BLANCOS, SERGIO GARCÍA IGUALÓ EL ENCUENTRO. VAN NISTELROOY DECIDIÓ EN EL 89'.
El equipo de Schuster llegaba a Sevilla con la única intención de refrendar el festín de goles que se dió la pasada jornada frente a un desafortunado Sporting. Un claro simil del año anterior, donde los blancos despues de golear al Valladolid en el Bernabeu hicieron inservible el resultado trás caer dias despues en el Ruiz de Lopera. Lección bien aprendida. Todavia estaba cogiendo aire el partido cuando se pudo observar a la perfección las intenciones madridistas. Al son de un tal Ruben De la Red, que deja bien claro que ha venido para quedarse, y un motivado Van der Vaart, el Madrid mostró su mejor versión hasta el momento en esta liga, acciones convinativas suficientemente vistosas, multiples ocasiones y solidéz defensiva. Hasta ese momento el partido se movia entre el control absoluto y el olor de un gol inminente. No hubo mucho tiempo por medio para que se cumplieran los canones y la lógica hiciera justicia. De la Red, quién sino, votó una falta lateral allí a dónde a Robben le fascina hacer malabares, que Heinze estalló contra las mallas en un remate plástico y rudo a la par que fácil para un defensa como él, acostumbrado a luchar en cada jugada con el mayor de los barbaros. Tras esto el Madrid no cambió su papel, mantuvo el juego y las ocasiones a la espera de acabar con el partido en una de las mismas. Pero el descanso llegó antes que la sentencia, periodo de reflexión que Chaparro aprovechó a la perfección, cambiado de banda a un inspirado Sergio García, con el único encargo de buscar las cosquillas y la segunda tarjeta a un flojo Marcelo. Rapidamente y sin tiempo para que el Madrid expusiera de nuevo su patrón de juego, una internada de Damiá por la banda del brasileño acabo en penalty y su segunda cartulina, era el minuto 56. Desde ahí los argumentos del partido cambio por completo, los verdiblancos tenian 34 minutos para dar 'la vuelta a la tortilla' y el Madrid para no perder dos puntos. Mientras, Sergio García colocaba el balón en el punto de penalty. Casillas se relamía pensando en tiempos no muy lejanos en Suiza, demostrando que todavía se acuerda, parando la pena, pero la suerte que tantas veces le acompaña dirigió el rechace de nuevo a la bota del catalán que esta vez, más cerca, no perdonó. Celebración al estilo Finidi incluida. Schuster aunaba su cara de desencanto inexplicable y sus característicos balbuceos centelleantes. Ahora si, la iniciativa estaba en manos de un Betis lanzado a por la victoria, descuidando a bien sabiendas la contra blanca, craso error. En una de ellas Drenthe recien salido del congelador arrancó con el complejo que hizo a Bolt 'record man of the world', pero su proyección la corto Sergio Gracía que trabó al holandes, dejando a los dos equipos con 10. Cuando todo parecia acabado, un reparto correcto, un ataque bético acabó en manos de Iker que fugazmente puso el balón en pies de Robben, este levantó su pulida calva y encontró al innombrable, al 'Lord Voldemort' de los defensas. Van Gol aprovechó el desastroso achique verdiblanco y con la sangre que le caracteriza vacuno a un Betis entregado. Ese era el fin. De nuevo el gran Killer Van Nistelrooy, que ya lleva 60 de blanco inmaculado y ni mucho menos a saciado su apetito con ellos. Define a la perfección a los jugadores grandes, cuando el quiere y como el quiere. El Madrid volvió a ganar al final, aferrado al manejo de los minutos los blancos siguen siendo hasta que nadie diga lo contrario el actual campeón.
Juanfe
